jueves, 7 de marzo de 2013

Morir en casa ajena


[By the glass, de Florence Deygas]


“Los continentes poseen una línea divisoria de las aguas, un lugar misterioso a partir del cual los ríos deciden correr hacia el este o el oeste, el norte o el sur. El cuerpo humano posee una línea divisoria del champán, una geografía aún más misteriosa a partir de la cual el dorado brebaje deja de correr hacia la inteligencia para remontar en dirección a Dios sabe dónde.”



Ordeno y mando, de Amélie Nothomb -2008-


3 comentarios:

  1. Que no se te muera nadie en casa, de forma repentina (exceptuando familiares, o mejor estos tampoco, por si acaso). La espiral de acontecimientos puede llevarte a beber botellas de champán que algún desconocido guarda en una piscina climatizada.

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  2. Me ha encantado el título de tu post. También la forma en que la autora, sutilmente hace referencia a los posibles excesos que podemos tener cuando la línea divisora entre la inteligencia y la cordura, es el champán.

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    1. Gracias Felipe.
      El título del post hace referencia al desencadenante de toda la trama del libro. A raiz de morir en casa ajena... acaban los personajes "nadando" en champán.
      Te recomiendo la prosa ácida y acertada de Nothomb.

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