viernes, 16 de octubre de 2015

Una forma como otra cualquiera de convertirse en primer ministro


[Palacio de Westminster, Londres]

“El mundo de Westminster es un club con muchas reglas tácitas, celosamente custodiado por los políticos y por la prensa; en especial por la prensa, por el afamado grupo de corresponsales parlamentarios que discreta y silenciosamente regulan la actividad mediática en el palacio de Westminster. Permiten, por ejemplo, que se lleven a cabo sesiones informativas y fuente jamás se la estricta condición de que la fuente jamás sea revelada. Nada, ni un atisbo, todo en las sombras. Dicha situación propicia que los políticos estén dispuestos a mostrarse tremendamente indiscretos y a filtrar confidencias; y, a su vez, permite a los corresponsales parlamentarios cumplir con sus plazos y conseguir los titulares más jugosos. El código de la omertà es su pasaporte; sin dicho código, el periodista –o la periodista- en cuestión no encontraría más que puertas cerradas y bocas todavía más cerradas. Revelar la fuente es una ofensa mortal, aporrear la puerta privada de un ministro queda solo ligeramente por debajo en la lista de comportamiento despreciable que automáticamente corta por lo sano el acceso a contactos útiles. Los corresponsales políticos no persiguen a sus presas hasta sus casas: eso supone malas formas, tarjeta roja y broncas por doquier.”



House of cards, de Michael Dobbs -1989-


3 comentarios:

  1. Francis Urquhart, el whip del partido conservador, el que conoce los trapos sucios de cada uno de los parlamentarios de su partido, desata una astuta venganza en las sombras que le llevará a ser primer ministro, arrasando sin contemplaciones ni prejuicios todo lo que esté a su paso.
    Trama ágil, bien construida, que engancha desde las primeras páginas, pese al tema de fondo, la política y el poder, y las oscuras venganzas que desata.
    Intriga política que lleva cosida a sus bajos una intriga criminal de altos vuelos. Que Michael Dobbs trabajara con Margaret Thatcher le hace un profundo conocedor de la materia, y que saltara del cargo de mala manera todavía más.
    A destacar: Las sentencias filosóficas, ideológicas y sarcásticas de Francis Urquhart al inicio de cada capítulo. Por ejemplo: “Cualquier grado de crueldad resulta imperdonable. Por eso no tiene ningún sentido ser cruel a medias.”


    En origen, House of Cards es la primera novela de una trilogía sobre el personaje de Francis Urquhart. La BBC hizo una adaptación televisiva en 1990 (muy recomendable) y, en la actualidad, Kevin Spacey protagoniza la secuela americana de la historia.
    Es una pena que no existan traducciones de las otras dos partes, que yo sepa.

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  2. MUY INTERESANTE tE LEO Y NO COMENTO CUANDO APRENDO

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