martes, 25 de agosto de 2020

Los sueños de Einstein

[de  internet]
 

 “Un hombre o una mujer a los que arrojaran de pronto a este mundo tendrían que esquivar casas y edificios. Todo está en movimiento. Las casas y apartamentos, montados sobre ruedas, doblan en la Bahnhofplatz y pasan a toda velocidad por la estrecha Marktgasse con sus ocupantes gritando desde las ventanas del segundo piso. La oficina de correos no permanece en la Postgasse, sino que sobrevuela la ciudad sobre unos raíles, como un tren. Tampoco la Bundeshaus permanece inmóvil en la Bundesgasse. Por todas partes se oyen los rugidos y silbidos de los motores y la locomoción. Cuando una persona sale por la puerta de su casa al amanecer, salta a la calle corriendo y se agarra a su edificio de oficinas, sube y baja escaleras, trabaja en un escritorio que se mueve en círculos y corre de vuelta a casa al final de la jornada. Nadie se sienta a la sombra de un árbol con un libro, nadie observa las ondas de un estanque, nadie se tumba en la hierba en el campo. Nadie está quieto.

¿De dónde viene esa fijación con la velocidad? La razón es que en este mundo el tiempo pasa más despacio para la gente que se mantiene en movimiento. De ahí que todos viajen a gran velocidad, para ganarlo.

[…]

Esa obsesión con la velocidad continúa de noche, donde se puede perder —o ganar— un tiempo muy valioso durante el sueño. De noche las calles están repletas de luces para que las casas eviten unas colisiones que suelen ser fatales. De noche la gente tiene sueños relacionados con velocidad, juventud, oportunidades.”

 

 

Los sueños de Einstein, de Alan Lightman -1993-

 

8 comentarios:

  1. 1905. El joven Albert Einstein trabaja en lo que será su teoría de la relatividad. Al mismo tiempo, un Einstein de ficción sueña cada día con mundos en los que ese mismo tiempo —justamente— se rige de manera dispar. En un mundo, el tiempo se congela cuando somos felices. En otro, va a ritmos diferentes según dónde se habite. También se imagina un mundo sin futuro, otro sin recuerdos, otro más en el que siendo viejo se llega a la concepción de la vida. En 30 relatos breves, infinitas posibilidades. Y una narración delicada, poética e imaginativa que te sumerge en cada esfera temporal deseando que no se agoten sus páginas.

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  2. que maravilla de entrada la he disfrutado te leo no recordaba mucho de nada
    Pero me encnat ver como reseñas o hablas de tus pasiones
    me llevas de la mano
    por caminos interiores

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    1. Creo que es una de los mejores regalos que nos da la vida: acompañar a los otros, siempre que sea posible, por el placer de hacerlo, de disfrutar el momento. Y te garantizo que, en tu caso, y contigo, ese paseo de la mano es un auténtico placer.

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  5. Vuelvo después de mil años desaparecida y me he quedado enamorada de esta entrada! ha sido todo un placer leerte

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