[Escarabajo Volkswagen oculto entre el resto de coleópteros, en el Cleveland Museum of Natural History] |
“Pero
después hemos tenido otro problema con el escarabajo rojo. Un problema más
grande: no quería quedarse dormido. Porque antes de ponerlos en el corcho, Iñes
pone a dormir a todos los insectos. Mete un algodón en los botes, con un
líquido azul. Y los insectos huelen el líquido y se quedan dormidos. Así es más
fácil ponerlos en el corcho. Porque en el corcho se pone con agujas, y si
empiezan a moverse cuando Iñes les quiere metes las agujas, es más difícil. Además
les hace más daño. Por eso pone Iñes a los insectos a dormir. En los hospitales
se hace lo mismo con las personas.
Pero dice
Iñes que cuando acabemos el trabajo, vamos a volver a despertar a todos los
insectos. Y les vamos a quitar las agujas. Y los vamos a llevar otra vez a los
pozos. Pero algunos insectos duermen mucho, porque unas mariposas y unos
saltamontes los cogimos hace diez días, o igual hace cuarenta días algunos, y
siguen durmiendo todavía, en el corcho. Y eso es muy raro y es dormir mucho. Pero
el escarabajo rojo no quiere quedarse dormido. Y eso también es raro, porque
los demás insectos se quedan dormidos en cinco minutos con el líquido. Iñes
dice que lo vamos a dejar así toda la noche, con el líquido, y que ya veremos
mañana y que ya lo pondremos mañana en el corcho. Cinco minutos a veces es
mucho tiempo y otras veces bastante poco.”
Vredaman, de Unai Elorriaga -2005-
Tomas es un niño que, con su prima, busca una libélula azul. Su tío Simon busca la manera de hacer un terreno de juego para jugar a rugby en el pueblo. El primo Mateo quiere saber más del aitite Julian, una gran ebanista en los años 20. Y las tías Rosa y Martina desearían que Piedad les contara por qué no se casó nunca con el arquitecto con el que estuvo de novios 40 años.
ResponderEliminarHistorias entretejidas entre sí y con otras más en una suerte de obra maravillosa, donde lo curioso y estrambótico de algunas situaciones se hace común y transcendente. En la línea del imaginario que el autor despliega también en sus otras novelas.
Upps se me coló una "a" donde no debía... Aitite Julian es evidentemente un ebanista y no una señora!!
EliminarSe te da muy bien esto de atrapar citas y relárnoslas a tus lectores. Esta también mola mucho, ilustrada como está por el escarabajo escondido :)
ResponderEliminarSiempre intento, cuando el libro lo permite claro, quedarme con varias citas que representen su esencia. Y puedan servir para que el que llegue a leerlas sienta curiosidad suficiente para leerse el todo. En este caso no iba a ser menos.
EliminarHolden, te recomiendo el libro y, en general, las novelas de Unai Elorriaga. Por lo que leo de ti puede que llegarais a hacer buenas amigas, lector vs escritor.
Me gusta como interpretas lo que lees
ResponderEliminarabrazo desde este lado de la vereda
Gracias guapa, cierro ese abrazo!!
EliminarFeliz semana.