[Automat, de Edward Hopper (1927)] |
“Es muy probable que al principio me saliera todo un tanto
embarullado, pero al cabo de un rato, en cuanto fui convenciéndome de que iba a
escucharme hasta el final, me tranquilicé y continué mi exposición con mucha
más claridad. Durante semanas y semanas había estado dándole vueltas a lo que
le diría cuando llegara el momento. Pensaba en ello en el curso de mis largos
viajes en coche, y mientras estaba sentada en las mesas tranquilas de las
cafeterías de las gasolineras. Y me parecía tan difícil. Y al final había
pergeñado un plan: memorizaría palabra por palabra unos cuantos puntos básicos,
y trazaría un mapa mental del camino a seguir para pasar de un punto a otro.
Pero ahora que la tenía allí enfrente la mayor parte de lo que había preparado
se me antojaba bien innecesario o bien completamente equivocado.”
Nunca me abandones,
de Kazuo Ishiguro -2005-
Kathy, Ruth y Tommy. Tres pupilos de un colegio casi ideal. Tres jóvenes que se enfrenta a la realidad que les han enseñado como especial y dedicada al servicio de los demás. Tres adultos que descubren, desentrañando secretos, la parodia de su propia existencia.
ResponderEliminarUtopía gótica, fábula (in)moral, peculiar ficción científica… eso cuenta la solapa posterior del libro.
Me lo regalaron, porque el que lo hizo sabe de mi debilidad por los autores orientales y por las historias fuera de lo común. No me dijo nada de que, quizá, pudiera sentirme identificada con el pragmatismo de la narradora, y que eso sólo sirviera para confirmarme en mis posiciones respecto a su persona.
John Farraday; el mayordomo Stevens; Miss Kenton y la mansión en Darlington Hall.
ResponderEliminarStevens emprende un viaje, admirando la campiña londinense, recordando a una joven Kenton cuando trabajaba en Darlington Hall, antes de casarse, escenario del Tratado de Versalles. El viaje que le lleva a la ciudad donde vive Kenton, separada, deseosa de volver a Darlington Hall,
Stevens, al llegar a la ciudad donde reside Miss Kenton, se reúne con ella y, después de una breve conversación, se entera que ha vuelto con su marido, sintiéndose dañado.
Kenton estaba enamorada de Stevens y para fastidiarle, se casa sin amor con mister Benn.
En cuanto a la peli del mismo título, portentosos Emma Thompson y Anthony Hopkins.
P.D.- Sabedor (lectores, juro que no soy yo quien le regaló el libro a “g”) de tu devoción por los autores decirte que Kazuo Ishiguro, si bien nació en Japón, desde los 6 años reside en Londres con nacionalidad inglesa.
¿Serías tan amable de explicar qué tiene que ver tu comentario con la obra que yo propongo?
EliminarLa amabilidad está leyendo tus pots.
Eliminar¿Qué tiene que ver mi comentario con la obra que propones? Sencillo.
Te cuento.
Desde el principio intento seguir los hilos de tu cometa añadiendo una cinta más a la estela de tus post, bien con fragmento de la misma obra que insertas, bien con fragmentos de otra obra del mismo autor.
En este caso, mi comentario a tu post en la obra del inglés Kazuo Ishiguro “Nunca me abandones”, viene al hilo mi nueva cinta estelada comentando la trama, fragmento, de la obra “ Los restos del día” del mismo autor.
Dado el buen saber de la novela y sus ventas, “Los restos del día” fue llevada a la pantalla con el titulo “Lo que queda del día”.
Una de dos, o ha quedado (convencido estaba, lectora compulsiva, que conocías o reconocerías el sonido de las obras de Ishiguro) que ver mi comentario con esta explicación, o, muero en el intento de seguir los hilos de tu cometa.
¿La peli? "Lo que queda del día"
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