[Los moros de la Torre dell’Orologio, Venecia, de ge
minúscula]
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“La campana preliminar toca desde la esquina de la Basílica.
Los moros, girando el tronco atléticamente, dan la hora con dignidad. Salen los
tres magos precedidos por el ángel trompetista. Se inclinan con un crujido ante
la Madonna, arrastran los pies rígidamente a su alrededor y, con un zumbido y
un chirrido de mecanismos antiguos, desaparecen en el interior. Las portezuelas
se cierran bruscamente tras ellos, los engranajes guardan silencio y todo se
queda quieto. Un suspiro de diversión y agrado surge de la variopinta multitud,
que es el suspiro largo, caliente y sin aire del verano veneciano.”
Venecia, de Jan
Morris -1960-
Entre Ferrara y la isla de Venecia, corriendo en tren, con un alijo de información y anécdotas de hace más de cincuenta años entre las manos. Y llegando en línea recta a través de la laguna, la ansiedad intenta descubrir lo leído en un golpe de vista. Y no será hasta unos días llenos de vericuetos que la ciudad resurja tal cual, a pesar del tiempo transcurrido.
ResponderEliminar“Refinado carnaval de ingenio y belleza”, según Jacinto Antón.
yo quiero sentir ese aire veneciano que no conozco, me gusto tu entrada, feliz martes!!
ResponderEliminarA la mínima que puedas, escápate a Venecia, te sorprenderá y te regalará los sentidos.
Eliminarlindo blog lleno de emociones a la vida y el amor
ResponderEliminarLos libros son eso y mucho más :)
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