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“- Es muy bonito –dijo Fanny, mirando en derredor, un día en
que se hallaban sentadas en un banco-; cada vez que vuelvo a encontrarme entre
esta vegetación me sorprende más su desarrollo y belleza. Hace tres años aquí
no había más que arbustos que crecían descuidadamente a lo largo de la linde
superior del campo, y que nunca se creyó que pudiera convertirse en algo digno
de tener en cuenta; y ahora es un paseo tan útil como decorativo. Tal vez
dentro de tres años habremos olvidado lo que antes fue. ¡Qué cosa tan
asombrosa, la acción del tiempo y los cambios del pensamiento humano! –Y siguiendo
el curso de sus pensamientos, poco después añadió-: Si alguna de las cualidades
de nuestra naturaleza puede considerarse más
maravillosa que las demás, yo creo que es la memoria. Parece haber algo más
incomprensible en el poder, en los fracasos, en las irregularidades de la
memoria, que en cualquier otro aspecto de nuestra inteligencia. La memoria es a
veces tan fiel, tan servicial, tan obediente y, otras, tan veleidosa, tan
austera… y otras aún, tan tiránica e ingobernable. Somos un milagro en todos
los aspectos, pero nuestra facultad de recordar y de olvidar me parece algo
particularmente insondable.”
Mansfield Park, de
Jane Austen -1814-
Fanny, niña pobre con un montón de hermanos y en extremo reservada, es acogida por sus tíos ricos en una finca de la campiña para que les sirva de consuelo cuando sus primas se casen y dejen el hogar paterno. No cuentan esos tíos con los avatares de unos hijos caprichosos y mal criados que echaran por tierra todas sus esperanzas. Excepto Edward, el segundón, el llamado a vestir los hábitos, y al único al que Fanny entregaría su corazón.
ResponderEliminarEste libro de Austen tiene los mismos ingredientes que el resto de sus obras, pero para mí le falta algo, algo que enganche de verdad y no te deje cerrar sus páginas. La mansedumbre y timidez de Fanny resultan casi inauditas.